Incorporar la terraza a la cocina mejora la luminosidad y hace que el espacio se vea más amplio. Te contamos cómo fusionar las estancias.
Las puertas correderas de cristal son una de las mejores opciones para integrar la terraza con la cocina, permitiendo una transición suave entre el interior y el exterior de la casa. Estas puertas se adaptan perfectamente a cualquier espacio, ya que su apertura lateral no ocupa mucho espacio adicional, lo que es ideal para cocinas de tamaño reducido. Además, proporcionan una mayor luminosidad y frescura, permitiendo que la luz fluya de la terraza hacia el interior de la cocina.
Las ventanas de gran formato permiten maximizar las vistas al exterior, creando una conexión visual perfecta entre la cocina y la terraza. Las ventanas de gran tamaño no solo aportan luz natural, sino que también generan la sensación de que los espacios se amplían, lo que es perfecto para cocinas abiertas. Además, las opciones de vidrio doble o vidrio de control solar permiten mantener la temperatura interior agradable, sin importar las condiciones del clima.
Las cortinas de vidrio son una excelente opción para aquellos que desean disfrutar de la terraza sin sacrificar la luz natural ni la apertura visual . Este tipo de instalación permite una transición fluida entre la cocina y el exterior, creando un ambiente único de conexión con el paisaje exterior mientras se mantiene el confort del hogar.
Su diseño sin perfiles verticales aporta una estética moderna y permite apertura total o parcial.