La eficiencia energética en ventanas nace del intento por reducir el consumo energético de los hogares. Se calcula que supone alrededor del 36% del total, se hizo obligatoria la calificación energética de las viviendas. Esta mide su grado de eficiencia energética y plasma su valoración en una Etiqueta de Eficiencia Energética con siete niveles de calificación, siendo la G la letra que designa las viviendas que no son eficientes energéticamente y la A la que se aplica a las viviendas que sí lo son (tienen un consumo de energía inferior al 55% de la media).
Sin embargo, pese a que los cerramientos afectan directamente a la calificación energética de las viviendas, esa etiqueta es diferente a la Etiqueta de Eficiencia Energética de la Ventana (EEV), que se refiere exclusivamente a las características de las ventanas.
¿Qué es la Etiqueta de Eficiencia Energética de la Ventana (EEV)?
La etiqueta de EEV ha sido elaborada desde la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas (ASEFAVE) como una herramienta de información tanto para particulares como para profesionales, y es de carácter voluntario, pero ¿para qué sirve la etiqueta de eficiencia energética?
Esta Etiqueta de Eficiencia Energética clasifica las ventanas según su grado de eficiencia energética teniendo en cuenta únicamente sus características técnicas. No se incluye en la valoración el ahorro energético que supone para el hogar el uso de las ventanas, ya que para realizar ese cálculo se deberían tener en cuenta varios factores como la localización de la vivienda, la tipología del edificio o los hábitos de consumo en el hogar.
Para determinar la clasificación de las ventanas, se analizan distintos aspectos que se hacen constar en la Ficha Técnica de las Ventanas, que también aparece en la etiqueta de eficiencia energética:
Transmitancia térmica
Mide cuál es el grado de transmisión térmica de la ventana, es decir, la cantidad de energía que deja pasar del interior al exterior o de la parte fría a la caliente. A nivel térmico, la ventana será más eficiente cuanto más bajo sea el valor de transmitancia térmica.
En la ficha técnica de la etiqueta de EEV aparece tanto el nivel de transmitancia térmica de la ventana como del acristalamiento de la misma.
Permeabilidad al aire
Aquí se valora el grado de estanqueidad de la ventana, su capacidad para disminuir las filtraciones de aire de una parte a otra. En la etiqueta de eficiencia energética esta característica se marca con cinco clases de ventana, desde la clase 0 (la que más filtraciones permite) a la clase 4 (la más estanca).
Factor solar (factor g)
El factor solar se refiere al acristalamiento de la ventana y su capacidad para permitir la transmisión de la radiación solar al interior de la vivienda. Cuanto más alto es el factor g, significa que entra más radiación solar. Esto no es necesariamente malo, ya que el valor ideal del factor g dependerá de cuál es el propósito que se desea según la ubicación de la ventana en la vivienda o del entorno geográfico y su climatología.
Además de estos valores, en la ficha técnica se incluye también la capacidad de aislamiento acústico de la ventana. Se mide en Rw, y cuanto más alto es, significa que la ventana es más aislante acústicamente.
Dependiendo de las características de la ventana, se valora cómo será su comportamiento a nivel de eficiencia energética. La Etiqueta de Eficiencia Energética de la Ventana incluye una clasificación general, que se hace constar en la parte superior con una letra que determina su grado de eficiencia entre la G y la A, de peor a mejor clasificación. Y, además, se muestra el comportamiento de la ventana según su grado de eficiencia energética en invierno y en verano.
El grado de eficiencia energética de la ventana en invierno se clasifica en siete niveles que se plasman gráficamente con distintas letras y colores. La peor clasificación -ventana menos eficiente energéticamente- es la G en rojo, y la mejor es la A en verde.
La clasificación de verano solamente tiene tres niveles de eficiencia, y se representan con estrellas. Una estrella es el nivel más bajo y se otorga a las ventanas de doble acristalamiento; las de dos estrellas son aquellas con un acristalamiento con baja emisividad; y las de tres estrellas, las más eficientes, son las que cuentan con un acristalamiento con control solar.
Junto a la clasificación de la ventana, su comportamiento en invierno y verano, y la ficha técnica, la etiqueta de eficiencia energética incluye también otra información como el tipo de ventana o los datos del fabricante.
¿Para qué sirve la Etiqueta de Eficiencia Energética de la Ventana?
Principalmente, la etiqueta de EEV ofrece información útil sobre las ventanas, tanto para las de nueva obra como para las de rehabilitación. Esta información ayuda a los particulares a elegir mejor las ventanas que quieren, y a los profesionales les sirve para poder clasificar las ventanas con las que trabajan, les sirve de referencia.
Contar con unas ventanas eficientes resulta fundamental no solo para no desperdiciar energía, sino también para mejorar el confort térmico y acústico del hogar. Las fugas térmicas son responsables de entre un 25% y un 30% de las veces que necesitamos utilizar la calefacción; mejorar la eficiencia significa reducir el consumo energético del hogar, lo cual supone menos contaminación (menos emisiones de CO₂) y un ahorro en la factura eléctrica.
Optar por unas ventanas con una alta valoración en la etiqueta de EEV supone una manera muy efectiva y rápida de mejorar notablemente la eficiencia energética general del hogar.