Los distintos tipos de ventanas que existen pueden estar determinados por diferentes factores, como pueden ser sus características -el grado de aislamiento térmico y acústico, –diseño minimalista, eficiencia energética, etc.- o también el material con el que estén hechas (aluminio, PVC). Pero, además, estos factores, tanto las características de la ventana como su composición, se pueden combinar en diferentes estilos.
En Cabañero Ventanas, para que resulte más sencillo inclinarse por un tipo u otro de ventana o encontrar la solución que más se ajuste a nuestras necesidades, clasificamos las ventanas según su estilo.
Tenemos tres grandes grupos de estilos de ventanas: por la manera en que se abren, por su formato, y las formas especiales, que permiten personalizar y hacer tus ventanas a medida. Explicamos cuáles son las características de cada uno de estos grupos.
Características de los estilos de ventanas
Empezaremos hablando de los estilos de ventanas que hay según la manera en que se abren, si es que se abren.
Ventanas fijas
La finalidad de las ventanas fijas es conectar espacios. Permiten disfrutar de las vistas del exterior o conectar estancias dentro de la vivienda, por ejemplo, entre el salón y un patio interior. En cierto modo, forman parte de la decoración o el diseño de la casa, aunque también cumplen una función práctica, como es la entrada de luz natural, lo cual ayudará a reducir el uso de luz artificial y también dará una sensación de mayor amplitud.
La ventaja de este estilo de ventanas es que son muy adaptables y, sobre todo, la estanqueidad. Son perfectas para espacios que no necesiten ventilación, pero que ofrezcan una buena vista.
Las ventanas fijas no cuentan con elementos móviles, por lo que son más estancas; ofrecen un alto nivel de aislamiento térmico y acústico. Los estilos de ventanas fijas son muy estéticos, ya que, además de diseño, aportan mucha luminosidad y amplitud, lo que transmite sensación de belleza y confort. Además, estas ventanas están disponibles en muchos tamaños y formas; por ejemplo, desde una estrecha hilera en el medio o en la parte superior de la pared, hasta una ventana que ocupe el tamaño entero de la pared.
Correderas
Las ventanas o puertas correderas se caracterizan por su sencillez, aunque también están disponibles en muchos estilos. Son perfectas cuando se necesita combinar la entrada de luz y aire, pero no se dispone de demasiado espacio, ya que no son nada invasivas.
Se trata de ventanas que se desplazan por un carril. Puede tratarse de un doble carril, con dos hojas, o puede que la corredera se encaje en la pared. Las ventanas correderas son muy prácticas, se adaptan perfectamente a todos los espacios y son muy seguras, ya que se evitan posibles golpes con las esquinas del marco o que haya roturas por portazos.
Este tipo de ventana, como las fijas (de hecho, es habitual combinarlas), conecta espacios, ofrece luminosidad y sensación de amplitud, pero, además, permite un alto grado de control en la ventilación.
Abatibles
En la actualidad, los estilos de ventanas abatibles son muy variados y, pese a que se caracterizan por los elementos móviles, los sistemas de apertura que se utilizan ofrecen un alto aislamiento térmico y acústico. Esta hermeticidad y la posibilidad de ventilar hasta el punto de poder conectar completamente dos espacios hacen que se aprovechen los recursos naturales y se ahorre en la factura energética. Así pues, con estas ventanas tenemos la opción de abrir y conectar espacios del todo, o de cerrar y aislarlos completamente.
Son ventanas fáciles de manejar, versátiles y muy resistentes.
Tradicionalmente, las ventanas abatibles son aquellas que se abren por el eje vertical, aunque hay otros estilos de ventana según su apertura: pueden abrirse por el eje horizontal, siendo entonces ventanas batientes; en este caso, puede ser que la ventana tenga una hoja fija y otra batiente, o que se abra del todo. Tenemos también la posibilidad de combinar las aperturas de abatibles y batientes, lo que nos ofrecerá un mayor control sobre la ventilación y el espacio que queremos ocupar; estas ventanas se denominan oscilobatientes.
Además de los estilos de ventanas según su apertura, también hay diferentes tipos según su formato.
Grandes formatos
Las ventanas de grandes formatos son tendencia. Por lo general, se han venido utilizando en lugares rodeados de naturaleza o con unas vistas especialmente espectaculares, ya que este tipo de ventanas permite disfrutar al máximo de esas vistas. Tenían, y siguen teniendo, una función muy estética.
Sin embargo, en la actualidad, estos estilos de ventanas también resultan muy atractivos por confort y eficiencia energética. El aprovechamiento de la luz solar da una sensación de calidez en los espacios, es beneficioso para la salud física y emocional de las personas que los habitan, y permite prescindir o reducir el uso de la luz artificial.
Antes, estos formatos despertaban algún recelo por su transmitancia térmica, pero, en la actualidad, existen sistemas como el doble o triple vidrio y cierres muy herméticos, que ofrecen un alto aislamiento térmico y acústico incluso en ventanas de formatos grandes en climas muy fríos.
Formas especiales
En Cabañero nos referimos a las formas especiales cuando hablamos de soluciones a medida, ventanas personalizadas según las necesidades de cada proyecto. En estos casos, los estilos de las ventanas son tan amplios como lo puedan ser las preferencias personales. Por fortuna, a nivel técnico existen muchas opciones, por lo que es posible encontrar la ventana perfecta en cada ocasión.